La verdad os hará libres (2)
(Lee la entrega anterior) |
—Pueh eso, que no m’entero de casi ná cuando leo varias páginas seguías —tragando toneladas de saliva—y que hablo mu’ mal. Yo quiero ser un gran jugador, que me fiche uno de los grandes y, si pue’ ser jugar en la selección…
—¿Sabes —le interrumpió don Faustino— lo dificilísimo que es conseguir todo eso?
—Lo conseguiré por la cuenta que me trae, profe. También mi madre m’ha repetío eso un montón de veces. Pero usted sabe que los futbolistas d’ésito no sólo meten goles y dan asistencias. Está la prensa, la tele, las entrevistas… Hay qu’hablá ante mucha gente… Hay jugadores buenos que no tienen estudios ni na’ pero que contestan mu’ bien a los periodistas o sueltan lo justo y bien cuando les dan un premio. Soy mu’ joven, profe, pero si no’mpiezo pronto a aprender esas cosas me quedaré tonto.
—Si no me equivoco quieres mejorar en la lectura y la expresión…
—Sí, don Faustino. M’estao preparando esta charleta muchos días, por eso las palabras no me salen mu’ mal del to’ pero normalmente yo soy… —encogiéndose de hombros— como soy, qué le voy a decir si ya me conoce…
—Pero yo creía que tus deseos surgían más bien porque quieres sacarte el carné de conducir…
—Bueno, sí, eso le dije a la Susana, pero aluego m’he pensao qu’é’ má importante lo que l’he dicho, ser capaz d’entender lo que leo, d’hablar bien…
—Te alabo el gusto tardío. Los futbolistas sois un escaparate público en los partidos y fuera de ellos. Millones de personas, sobre todo chavales, os imitan y tienen como ídolos. Para ellos sois como un espejo en el que mirarse. La fama, y con ella el poder, está empezando a llamar a tu puerta. No podrás recuperar todo el tiempo perdido pero, si le dedicas al asunto de la lectura y el habla un pequeño porcentaje de tu tiempo, ten por seguro que serás un buen espejito donde reflejarse. La chiquillería del Instituto ya te tiene por un ídolo…
* * * * * * * * * * *
—Oye, Susana, ¿qué es lo que se está cociendo ahí dentro? Me muero por saberlo…
—Y yo también, Manolo.
—Déjate de embustes y cuéntamelo, mujer…
—Si te digo algo lo sabe Mospintoles entero en un par de tardes…
—Tengo alma de periodista, muchacha…
—Pues los buenos periodistas callan más que hablan…
—Venga, zagala, una pista… ¿Te animo con otra Cocacola a cinco grados bajo cero?
(Continuará…)
- Escrito por Cogollo, publicado a las 12:20 h.
- Protagonistas: (ver la primera entrega)
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