Los cuentos de María Reina

El Rayo se juega toda la temporada en un partido… López, su propietario, también se juega mucho en esta última baza.

Sebastián Matute es un hombre sencillo y con cierto éxito social, pero con dos problemas que le hacen la vida menos grata.

La incontrolada celebración del ascenso del Rayo generó malestar en don Faustino. Lo que no espera es la reacción del ayuntamiento.

Cuando María va por libre, al margen del grupo, lo normal es que se la reconvenga. Pero como obra de forma artera sabrá salir del paso.

Salir del propio cascarón suele deparar sorpresas, y López no está habituado al trato de tú a tú con sus convecinos.

En la vida llega más lejos el adulador, el incapaz, el envidioso, el maquinador, que el el trabajador, el honesto y el capacitado.

María quizá acabe mandando en Mospintoles y Sebas tal vez en su casa… Pero el instituto son los terrenos de Don Faustino.

Vis a vis entre el alcalde y López. Una negativa y el Rayo deberá renunciar a la categoría ganada en el campo. ¿Por qué negociar?

María se ve asaltada por el anfitrión, a quien está muy agradecida. Pero una cosa es pasar por tonta y otra muy distinta serlo realmente.

Los vecinos de Mospintoles viven el clásico del fútbol español de diferentes maneras, las cuales les retratan al desnudo.

Por fin llega el día del enfrentamiento democrático por excelencia entre María y Segis; y las cosas no suelen salir como se planean.

Ya va siendo hora de que Mospintoles destaque en el panorama deportivo (y mediático) español. Aunque no todos estarán conformes.

Nunca Sebas había sido celestina, y nunca en tan poco había expresado tanto.

Los Matute se van de cotillón, pero antes habrá que aclarar ciertos puntos de vista.

La fiebre del momento es un poderoso impulso para dirigir al grupo aunque sea contra una vía muerta. Suerte que estaba don Faustino…

La policía sospecha que Francis es el autor del atraco y pone cerco a su casa. Susana, López y María acabarán allí por diferentes motivos.

Tras vivirse diferentes momentos tensos (en mayor o menor medida), al final sabremos qué impulsó a Francis a atracar la Caja de Ahorros.

Una semana con interesantes expectativas para don Faustino se convertirá en un cúmulo de sorpresas inesperadas.

De una u otra manera, el incidente del Instituto ha hecho saltar las alarmas de su vida actual o pasada en algunos de nuestros protagonistas mospintoleños.

Don Faustino, impelido por las circunstancias y la curiosidad, decide romper su norma habitual y echa la vista atrás, hacia el pasado, comprobando que está lleno de sorpresas.

Don Faustino está deseando que acabe la semanita de infarto para escaparse de Mospintoles y evadirse, pero antes se irá cerrando el círculo de los acontecimientos.

Un suceso inesperado agita la vida cotidiana de Mospintoles.

Cuarto domingo de mayo: elecciones municipales. María reflexiona sobre la actitud de don Faustino, que la acompaña en la candidatura.

El Rayo tiene opciones de jugar la promoción de ascenso, pero López huye del cortoplacismo y duda de que ello sea beneficioso.

Finalizadas las elecciones, la temporada futbolística y casi a punto de terminar el curso escolar, en Mospintoles andan de sorpresa en sorpresa preocupados por el futuro.

Finalmente don Faustino accedió a dejarse entrevistar en directo como nuevo concejal de deportes de Mospintoles… y nunca llueve a gusto de todos.

La llegada de un potente grupo inversor a Mospintoles siembra dudas sobre la continuidad de López al frente del Rayo.

A veces las cosas más nimias pueden provocar todo un cataclismo sociai. En Mospintoles, Manuela la de la churrería tiene la amistad y el afecto de mucha gente. Pero la alcaldesa, que quiere cerrar la churrería, también tiene sus partidarios… Un problema.

Lo que para Susana se presenta como una oportunidad acabará ocasionándole disgustos. Cada vecino vive de distinta forma el nuevo éxito de la reportera.

Por primera vez nuestros seis protagonistas coincidirán en un evento. Lo malo es que la ocasión no es la más oportuna para celebrarlo.