(Lee la entrega anterior) |
—¿Y de dónde ha partido semejante rumor? –inquiere don Faustino.
—En mi bar lo dicen todos los que están algo informados sobre el politiqueo local. Yo no estoy sordo y mientras preparo el café o el bocata de tortilla, pego el pabellón de la oreja y me quedo con cosas. Mi local es muy modesto pero por allà pasa gente culta y enterada: profesores, médicos, funcionarios municipales y hasta algún juez. Entre ellos hablan, no se cortan, y yo tampoco…
—Hombre, al Segis habrÃa que mandarlo ya para casa. Lleva chupando del bote municipal casi una eternidad. Ya es hora que regrese a la ventanilla de su banco a esperar la pronta jubilación. A mà la Reina me parece una señora trepa y ambiciosa pero es mucho más guapa que el Segis y es bastante más joven.
- Escrito por Cogollo, publicado a las 13:10 h.
- Protagonistas: (ver la primera entrega)