(Lee la entrega anterior) |
En el preciso instante en que Piquito tomaba asiento entró en la sala de prensa la teniente de alcalde MarÃa Reina. Sonriente, como siempre, se acercó hasta donde se encontraba el chaval. Éste, al verla, se levantó y le tendió la mano. Piquito nunca habÃa estado cerca de ella, y lo cierto es que la dama imponÃa tanto por su belleza natural como por su porte distinguido.
Ella ofreció su mano al futbolista al tiempo que con la otra le asÃa de la muñeca, de forma que sin llegar a consumarse el apretón de manos pudo levantarle el brazo derecho como si de un púgil victorioso de tratara. Los flases se dispararon en ese momento y Piquito, atónito, sólo acertó a dejar caer su mandÃbula. Los programas de retoque fotográfico consiguieron que al dÃa siguiente el zagal no apareciera como un botarate.
- Escrito por Mirliton, publicado a las 11:27 h.
- Protagonistas: (ver la primera entrega)