—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

El forastero (y 4)

(Lee la entrega anterior)

—…el Madrid y el Barça.
—Quien se apunta a caballo ganador no tiene ningún mérito… –argumentó Manolo.
—Lo comprendo, pero en mi caso hay total sinceridad en mis sentimientos. Qué quieren que les diga… Desde mi más tierna infancia soy del Madrid y del Barça… a un tiempo. Mi madre es madrileña pero por razones que se me ocultan siempre le ha gustado el Barça y mi padre es de Tarragona pero su corazón late sólo por el Real Madrid. Acabaron separándose cuando yo sólo tenía 12 años, pero yo siempre digo que mi amor por mis padres es el responsable de que a mí me gusten tanto el Madrid como el Barcelona. A quien se lo digo no se lo cree pero es verdad.

—Pues lo suyo tiene más mérito que lo mío…
–razonó don Faustino, al comprobar que todavía había gente más rara que él.
—No ha sido buscado por mí, amigo mío. Ya sabe, el destino y esas cosas. Claro que otras sí que han sido buscadas y pueden ser artificiales, pero ya puestos tenía que ser coherente con la opción principal…

Don Faustino y Manolo se miraron y mostraron cara de no haber entendido ni papa. Vamos, ni pajolera idea de lo que quería decir aquel hombre tan locuaz y original.
—Me explicaré, señores. Permítanme la ironía. Si ante la decisión más importante que un hombre tiene que tomar en su vida, que es la elección de su equipo de fútbol del alma, la mía se ha decantado de manera tan natural por perder el sentido por los dos grandes equipos de España y del mundo entero, todas las demás elecciones que la vida me ha ido poniendo por delante han dejado de tener tanta importancia. Así que, yo soy un tipo de derechas y de izquierdas al mismo tiempo; me encanta la tortilla española y la francesa; soy ateo y cristiano a la vez. ¡Oigan, sin ningún problema y con total coherencia! En todo aquello que en el terreno de las ideas o los sentimientos se me pretenda forzar a escoger, siempre suelo elegir todas las opciones planteadas o, al menos, varias de ellas.

» Soy un experto en hacer síntesis de las tesis y antítesis que nos largan a lo largo de la vida.

»Muchos consideran que esto es como no elegir nada, pero allá esta gente con sus prejuicios. La historia y la experiencia han demostrado que la verdad o la razón o la justicia no se encuentran plenamente en ninguna opción ideológica, económica, política o deportiva. Como no soy ningún genio sino más bien un tío simple y sencillo, no me ando por las ramas buscando terceras vías o nuevas alternativas conciliadoras de las ya existentes. Simplemente asumo lo que hay y, según el momento y la coyuntura, me inclino hacia un lado u otro, intentando adoptar siempre una actitud lo más conciliadora posible.

»Soy un experto en hacer síntesis de las tesis y antítesis que nos largan a lo largo de la vida. Ni el bien ni el mal existen como producto puro y virgen sino todo lo contrario, así que me niego rotundamente a escoger entre varias opciones cuando al hacerlo por una estaría perdiéndome lo bueno de las otras. No sé si me explicado bien… —Mirándose el reloj—. Uy, llevo hablando con ustedes mucho rato y he quedado a las seis con el director del Complejo Deportivo Mospintoles Dos. Se me hace tarde. ¿Cuánto le debo, don Manuel?
—Hombre, si me llama usted así me veré obligado a cobrarle el doble…
—Quédese con la vuelta. Encantado de haberles conocido y ya nos veremos. ¡Son ustedes mis dos primeros conocidos de Mospintoles!

Cuando aquel hombre soltó el billete de veinte euros y se despidió sin esperar la vuelta, Manolo y don Faustino se restregaron los ojos para cerciorarse de que todo lo escuchado minutos antes había sido realidad.
—¿Qué te parece el fichaje éste, Faustino?
—Qué quieres que te diga. Que, o se ha quedado con nosotros o este tío nos dará muchas tardes de gloria en Mospintoles… Por de pronto ya empiezo a entender porqué le gusta beber Cocacola con Pepsicola…