Piquito en el día después (y 5)
(Lee la entrega anterior) |
—No es una moto, es un ciclomotor… Y no tengo carné. Los municipales cuando me ven miran pa’ otro lao. Ya tengo yo cudiao de no pasar por delante d’ellos. Una vez me lo dijo el sargento –Piquito puso las manos en jarras y empezó a cabecear imitando al sargento–: “Piquito, hijo, no nos jodas que si no vamos a tener que joderte nosotros a ti”. Y no hizo falta más. Ya tengo cudiao de cambiar de calle si los veo. O paro en la acera y apago la moto y la dejo allí como que no es mía…
—¿Y haces eso siempre que vas al centro?
» —Igual le da un soponcio si le dices de imprevisto que quieres estudiar, tú…
—No seas julay. ¿Cuándo me has visto a mí en el centro con la moto? Sólo voy con ella a entrenar y al estadio. Y voy por el extrarradio.
—Eso es verdá… No había caído…
—Oye, buen tío el sargento, ¿eh? –propuso «el Poyo».
—Sí, buen tío… –repuso «el Mella»–. Dice mi padre que el tío está estudiao. Y que es mu’ amigo de don Faustino.
—¡Hostia!, qué idea –saltó Piquito.
—¿Qué idea qué, tío?
—El profe. Don Faustino. Si le cuento mi poblema seguro que m’ayuda. Es to’ un señor.
—Buf, ¿y dónde le encuentras ahora?
—Ahora, no atolondrao… que le puedo ver pasao mañana…
El grupo rió el juego de palabras de Piquito.
—Quiero decir, ¿que cómo piensas entrarle, tú?
—Humm… Pueh en el insti…
—Pero si no pue’s entrar allí, que te echaron.
—Eso sería ayer. Hoy es hoy –se ufanó Piquito reconociendo que había ganado notoriedad del día anterior al presente–. Además, si voy a estudiar…
—Te dirán que llegas tarde, como siempre… Pa’ qué te vas a exponer. Lo mejor será entrarle cuando llegue a su casa.
—Igual le da un soponcio si le dices de imprevisto que quie’s estudiar, tú…
—Sí, lo mejor será enviar a alguien, pero ¿a quién? –pensó Piquito en voz alta.
—¡A Susana, la de la señá Eufemia, la del ultramarinos!
—¡Hey!, sí… La jamona esa… Está un rato buena, tú… Pero tampoco he hablao nunca con ella…
—¿No? ¿Pero no es periodista? Si está en la radio… Te habrá entrevistao alguna vez…
—Pueh no… De la radio mandan siempre al tío jeremías ese, el Jacinto, que da más sed que un polvorón con bacalao…
—Pero ella es más abordable que el don…
—Eso sí… Se la pue’ entrar indirectamente… –dijo maliciosamente Piquito.
—Oye, oye, que a ver si en vez de utilizarla a ella pa’ entrarle al profe vas a utilizar la disculpa del profe pa’ entrarle a ella…
Y el grupo rió la nueva ocurrencia de su colega.
- Escrito por Mirliton, publicado a las 01:52 h.
- Protagonistas: (ver la primera entrega)
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