(Lee la entrega anterior) |
Salimos del Instituto Orejuela buscando algún lugar donde reponer fuerzas pues ya eran las nueve y media de la mañana y todavÃa no habÃamos probado bocado alguno. Nos dirigimos entonces hacia la «ChurrerÃa Manuela». El chiringuito se encuentra ubicado en un discreto rincón del Parque de Mospintoles, ahora llamado Parque «Eugenio Romerales», en reconocimiento al ilustre escritor de la ciudad, fallecido hace algo más de un año, justo cuando el Rayo subió a segunda. Cuentan las malas lenguas que nuestro hombre murió del disgusto pues abominaba tanto del fútbol como de las lentejas, a las que era alérgico no se sabe porqué extraño capricho genético.
La dueña de la churrerÃa –sÃ, han adivinado, se llama Manuela– sólo abre de 8 a 11 y de 17 a 20, horario suficiente para ganarse bien la vida y dar plena satisfacción al paladar de los mospintoleños pues sus churros, en la versión de porras, están para comérselos.
- Escrito por Cogollo, publicado a las 08:30 h.
- Protagonistas: (ver la primera entrega)