—[una serie en la suburbe madrileña]—Crónicas (deportivas) de Mospintoles

Diálogos

[En 8 entregas diarias]

En Mospintoles, como en todas las ciudades medianas, se conoce “casi” todo el mundo. Al menos de vista. Al fin y al cabo, sesenta mil personas caben en un campo de fútbol un poco grande. Si descontamos a los chaveas, que aún están fabricándose una biografía, a los venidos de fuera en los últimos años, especialmente si proceden del extranjero, y a aquellos que están en las últimas (quiero decir, más cerca del más allá que del acá) el número de ciudadanos en edad de conocerse, criticarse o darse coba, ascenderá a unas cuarenta mil almas (con su correspondiente cuerpecito o cuerpazo).

En esta tesitura es comprensible que muchas de las cosas que suceden en la ciudad sean comidilla y comentario de una gran mayoría. Los secretos son difíciles de guardar, tanto como el anonimato. Al final todo se sabe, se habla, se critica… y, a veces, hasta se publica.

» En fin, una serie de diálogos de gentes mospintoleñas que bien merecen ser contados para que se vea que aquí no escondemos nada: nisiquiera el off the record.

Cogollo y Mirlitón, los crónicas oficiales de la ciudad, venimos centrándonos a lo largo de estas crónicas mospintoleñas en algunos de los personajes de más influencia, poder o fama de Mospintoles aunque a menudo hemos ido intercalando algunas historias y referencias de otros individuos e individuas que también tenían cosas que decir o hacer.

En las próximas entregas iremos más allá presentando algunos diálogos indiscretos (no nos pregunten mediante qué maña o arte los hemos escuchado y registrado) de gentes de la ciudad que –creemos- ofrecen un punto de vista curioso, pintoresco o, simplemente, interesante sobre lo que se cuece, piensa o discute en Mospintoles.

Hemos preferido mantener el formato dialogado para mostrar tal cual fueron oídas dichas conversaciones, si bien las hemos sintetizado o resumido. En unas encontraremos los clásicos chismorreos, tan típicos de nuestro país; en otras las típicas envidias disfrazadas de disparidad de criterios; en alguna se contará una historia tan increíble que algunos lectores creerán inventada, y no es cierto. En fin, una serie de diálogos de gentes mospintoleñas que bien merecen ser contados para que se vea que aquí no escondemos nada: nisiquiera el off the record.
—Perdona, Cogollo, pero habrá que aplazar un día la publicación de esos diálogos pues mañana es el primero de mayo, el Día del Trabajo, y como sabrás mejor que yo, ese día no se trabaja, vamos, que es festivo…
—Por supuesto, Mirlitón. No seremos nosotros quienes nos peleemos con el calendario…

[Continuará…]